Formados en el 2005 en la ciudad de Sevilla, España Andhord son unas de esas formaciones que han avanzado por el camino de la oscuridad sin ninguna prisa, procurando que cada paso tuviese su sentido y su efecto. Editaron una primera demo en el 2008, con un Black Metal crudo y diabólico que recordaba a las viejas bandas noruegas, y en el 2009 desgraciadamente perdieron al que había sido su batería hasta el momento, Teiwaz, lo cual supuso un duro golpe para la banda. Pero con la entrada en sus filas al año siguiente del señor Thror (Monkeypriest) en su substitución, volvían a adentrarse en el reino de las sombras y este año que acabamos de pasar editaban finalmente la continuación a “The Everlasting Twilight’s Ceremony”, un EP que primero editó el sello polaco Terror Cult Production en formato cinta y al cabo de un tiempo tuvo su versión MCD a cargo de la alemana Odious Recordings. Este nuevo EP de los sevillanos venía precedido por muy buenos comentarios tanto de la grabación como de sus actuaciones en directo, así que las espectativas las tenía más bien altas, pero debo reconocer que desde la primera escucha de “Revelation” no me sentí defraudado en absoluto. Este nuevo trabajo da un gran paso adelante respecto a su primera demo, uno enorme de hecho, con un Black Metal que aún manteniendo las influencias noruegas que ya tenían sus primeras composiciones toma una forma algo más a medio camino entre dicho sonido y el de las bandas suecas de tendencia ortodoxa, satánica o como la queramos llamar, aparte de resultar en un sonido más furioso y atmosférico que el de su demo, que sonaba algo más a la crudeza de, por ejemplo, unos Darkthrone, principalmente por culpa de su producción. La sombra de Mayhem, Immortal y Emperor está bien presente en unas guitarras y atmósferas intensas y profundamente siniestras, pero las insuflan con unos aires algo más brutales, rítmicos y ligeramente épicos que no dejan de hacerme pensar en los primeros Marduk, en el primer álbum de Dissection, en los Watain más crudos (los del primer disco) y también en Ondskapt, con un trabajo de guitarras y percusión de muy alto nivel en líneas generales, y especialmente variado en sus progresiones, y unas composiciones que mejoran a la hora de crear unas atmósferas grandilocuentes, enormemente atmosféricas y realmente enfermizas, sin perder un toque francamente pegadizo y hasta algo ritualista en algunas partes más claramente black metal. Thror sin duda es el que más me ha sorprendido con su manera de tocar, teniendo en cuenta que la referencia que tenía de él era Monkeypriest, a pesar de esa parte tan rápida que tenía el último tema de su primer álbum. La verdad es que toca que da miedo, con un juego tan rápido y brutal como preciso, pero con suficientes cambios y detalles para no aburrir, aún centrándose bastante en la dualidad entre blastbeats y medios tiempos con doble bombo. Aunque no sea quedan atrás las tremendas lineas de guitarra de Kvoraph y Agares, donde confluyen melodías gélidas rítmicas muy agresivas y arpegios muy inspirados por el difunto señor Nodveidt, pero especialmente un sentimiento enormemente envolvente y diabólico. Y aunque desconozco donde se llevó a cabo la grabación y producción de este trabajo, no puedo hacer más que darles la enhorabuena por un resultado de un nivel, no sólo mucho mejor que el de su demo a nivel técnico, si no francamente coherente con su música, que permite una escucha de sobras agradable y al mismo tiempo mantiene un espíritu profundamente cercano a las viejas grabaciones del género. Así que, aunque sea con mucho retraso desde que se editó, les doy mi más profunda enhorabuena por este segundo trabajo, aunque debo reconocer que me cuesta hacerme a la idea de que se haga tan corto, con lo que tengo que ponérmelo mínimo tres veces seguidas para apreciarlo a conciencia. Uno de los grandes discos de Black Metal español que nos deja el 2012. fuente: Jeroni Sancho
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